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Dice Santiago García en el último número de El Amante:
“La única forma de hacer verdadera comedia es oponerse a las instituciones, no respaldarlas. En la medida en que las comedias argentinas sean machistas y xenófobas, no van a salir buenas. La comedia tiene que ser contra las instituciones. Hay que hacer una comedia contra la Iglesia, ¿por qué no? En Argentina no va a pasar nunca eso, porque el cine industrial es conservador y reaccionario. Las mejores comedias de los 30, los 40 o los 50, Esposa Último Modelo, Yo quiero ser bataclana, Isabelita o Vidalita eran todas películas transgresoras. Ahora las comedias que se hacen van hacia el medio pelo, hacia los lugares comunes y no critican nada de la sociedad. Ni aman a sus personajes ni critican la sociedad. Entonces parece que estuvieran a favor de la sociedad y en contra de sus personajes. Así no se puede hacer comedia.
¿de qué te vas a reír, entonces? Si te burlas de los débiles y perdonas a los poderosos.”

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